Reparar su smartphone es un gesto ecológico
Los teléfonos inteligentes son ideales para herramientas de comunicación sencillas. Son nuestros asistentes, nuestros equipos fotográficos, nuestros navegadores, y ¡bien hecho! Además, esta omnipresencia conlleva un ciclo de consumo acelerado, donde los electrodomésticos suelen ser reemplazados con frecuencia. Sin embargo, reparar su teléfono inteligente presenta ventajas considerables, tanto en el plano ecológico como en el económico.
El impacto ecológico de la reparación de teléfonos inteligentes
Reducción de los daños electrónicos
Los teléfonos inteligentes son los dispositivos electrónicos que se reemplazan con más frecuencia, contribuyendo significativamente a la producción de dispositivos electrónicos. Ahora que millones de teléfonos inteligentes han sido desechados, a menudo terminan siendo desechados y libres de sustancias tóxicas en el medio ambiente. Al optar por la reparación en lugar del reemplazo, se reduce la cantidad de residuos que terminan en estos desechos, limitando también la contaminación y los riesgos para la salud asociados a ellos.
Conservación de los recursos naturales
La fabricación de un smartphone requiere la extracción de numerosos recursos naturales, algunos de los cuales son raros y no renovables. Por ejemplo, metales como el cobalto, el oro y la plata se utilizan en grandes cantidades. Al proteger nuestros equipos, reducimos la demanda de estos recursos, preservando las reservas naturales y reduciendo el impacto ambiental de su extracción. También nos permite limitar los conflictos sociales y los problemas a menudo asociados con la miniexplotación en ciertas regiones del mundo.
Reducción de la huella de carbono de las empresas carboníferas.
La producción y el transporte de nuevos smartphones generan una cantidad importante de gases de efecto invernadero. De hecho, esta etapa de la cadena de producción, desde la extracción de los primeros materiales hasta el ensamblaje final durante el transporte, contribuye a las emisiones de CO2. Reparar un aparato existente permite reducir las emisiones, contribuyendo también a la lucha contra el cambio climático. A largo plazo, con nuestros smartphones, contribuimos activamente a la reducción de nuestra huella de carbono individual.
